A día de hoy, las empresas no eligen ni gestionan a su #capitalhumano simplemente en base a los logros descritos en un CV.
Más allá de la formación y la experiencia, lo que marca la diferencia entre un candidato adecuado y un valor potencial para una compañía son las #SoftSkills.
¿Y qué son las Soft Skills?
Es un anglicismo que utilizamos para describir el perfil “blando” de un candidato y hace referencia a las #aptitudes y la relación de una #persona con su #entorno.
Se pueden presentar de forma natural, pero en la mayoría de los casos se entrenan, se trabajan y se adquieren a lo largo de la experiencia. Por lo tanto, no es suficiente con tener habilidades técnicas sobresalientes, es necesario además combinarlo con un conjunto de habilidades blandas que te ayudarán a trabajar de manera eficiente en un entorno colaborativo y además de #adaptarte a los #cambios constantes.
La #empatía, la #comunicación, las #habilidadessociales, la #creatividad, la #inteligenciaemocional, la capacidad de #aprendizaje o el pensamiento #analítico son especialmente importantes en el entorno laboral, ya que pueden multiplicar el #valor de los perfiles técnicos. De hecho, la mayor parte de los directivos considera las #softskills tanto o más útiles que las #hardskills (formación y experiencia).
Pero dentro de esas habilidades “blandas”, ¿Cuáles son las más valoradas por las #empresas?
– Habilidades comunicativas.
– Resolución de problemas.
– Flexibilidad y adaptabilidad al cambio.
– Inteligencia emocional y empatía.
– Responsabilidad ética.
– Capacidad para gestionar el tiempo.
En nuestra experiencia con distintas organizaciones, desde Linking Talent, compartimos la importancia del valor de las competencias blandas en el #éxito de las organizaciones y sobre todo, en la gestión de su #talento